La seguridad durante los desplazamientos en vehículos es fundamental, pero lo es todavía más cuando hablamos de los niños. Por este motivo, hacer un buen uso de los Sistemas de Retención Infantil (SRI) es fundamental para evitar lesiones en caso de sufrir un accidente, por muy leve que sea.
Si tenemos en cuenta las estadísticas de accidentalidad infantil en España, en el año 2020 (año hasta el que hay registros oficiales) se registró una media de 3 niños por cada 100.000 habitantes. Las comunidades autónomas de Aragón, Castilla y León, Castilla La Mancha y Galicia superan la media, con más de 4 menores por esta cifra de habitantes. Estos resultados pueden deberse a diferentes situaciones como causas ajenas al conductor del vehículo, como puede ser el estado de las carreteras, pero también a otros factores controlables como una incorrecta utilización de los SRI.
Los españoles seguimos sin tomárnoslo en serio
Trabajar y poner solución a estas estadísticas es tarea de las administraciones públicas, pero también de los conductores. Las campañas de tráfico y las operaciones salidas y entrada suelen convertirse en una buena forma de saber si la población cumple o no con las medidas de seguridad y las normas viales. En esta pasada Semana Santa de 2022, del total de denuncias presentadas por la Guardia Civil de tráfico (más de 4.600 entre conductores y pasajeros), 280 estuvieron relacionadas con un uso incorrecto de los SRI. Además, casi un cuarto de estas denuncias (23%) fueron por posicionar el SRI en los asientos delanteros, incumpliendo una de las normas principales, que indica que los menores siempre deben viajar en los asientos traseros si no superan los 135 centímetros de estatura.
Por qué utilizar los SRI o sistemas de retención infantil
Que un menor viaje seguro depende de una buena instalación y un buen estado del SRI, que tiene que adecuarse a la altura y el peso del menor, algo esencial para reducir las tasas de accidentalidad infantil. Es por eso por lo que debes prestar especial atención a la sillita infantil dependiendo de estatura y fisionomía del menor.
Hay que recalcar la importancia del uso de estos sistemas de seguridad, ya que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la accidentalidad de tráfico en los menores es la primera causa de muerte en todo el mundo. El uso correcto de los SRI ha demostrado reducir las lesiones derivadas por accidentes de tráfico en hasta un 75%.
Para hacer un correcto uso de la sillita de coche para niños, tenemos que tener en cuenta diferentes factores, como el peso y la altura del pequeño, los cuales resumimos a continuación:
Grupo 0 – A este grupo pertenecen los cucos para recién nacidos y sillas-cestas de seguridad, que deben ser utilizados por aquellos menores que no superen los 10 kilogramos.
Grupo 0+ – Una sillita que debe ser colocada en sentido contrario a la marcha del vehículo y que su uso debe ser para menores de entre 0 y 13 kilogramos.
Grupo I – Consiste en una sillita mucho más cómoda para el bebé y que se puede utilizar tanto con el cinturón de seguridad del propio vehículo como por uno complementario proporcionado por el fabricante de la sillita. Su uso está indicado para los menores de entre 9 y 18 kilogramos.
Grupo II y Grupo III – Se utilizan cuando el menor es más alto como para utilizar una sillita de un grupo inferior pero más pequeño que para utilizar el cinturón de seguridad. Se pueden utilizar tanto en los asientos delanteros como en los traseros (en los delanteros cuando el menor exceda los 135 centímetros que marca la ley).
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¡Esperamos tus comentarios sobre cómo proteges a tus hijos cuando viajáis en coche!
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