Llega septiembre y con él el regreso de las prisas, los uniformes, las mochilas y los libros. La vuelta al cole ya es una realidad para más de siete millones de escolares que vuelven a ocupar las aulas que han quedado vacías en los últimos meses. Aunque para ellos es un momento de lo más emocionante, lo cierto es que estos días traen a los padres de cabeza y suponen a la par, ciertas preocupaciones que parecían ya olvidadas.
Y es que tras el verano, periodo en el que solemos pasar mucho más tiempo con nuestros pequeños, nos cuesta volver a la rutina y pasar menos horas con los nuestros puede llegar a generarnos cierta sensación de ansiedad. Algo que suele preocuparnos mucho en estas fechas es la seguridad vial de nuestros hijos: cómo hacen el trayecto hasta el colegio, cómo cruzan la calle para llegar a su centro educativo, cómo van sentados en su ruta escolar…
Para evitar este tipo de situaciones lo mejor que podemos hacer es educar a nuestro pequeño en materia de seguridad vial. Explicarle abiertamente las consecuencias que pueden tener sus actos y enseñarles las pautas básicas que debe tener un peatón o el pasajero de un vehículo te ayudarán y mucho, a dormir más tranquilo.
Si tu hijo va al colegio caminando, debes transmitirle algunos aspectos importantes:
• Enséñales a cruzar siempre por los pasos de peatones sin dejar de mirar a ambos lados de la calzada y no se te olvide lo más importante, dale ejemplo para que actúe exactamente igual que tú.
• Asegúrate de que no crucen corriendo, saltando o jugando porque corren el riesgo de caerse en medio de la carretera y correr peligro.
• Llévale siempre cogido de la mano si es muy pequeño y a una distancia prudencial que te permita mantenerle siempre controlado si es un poco más mayor y reivindica cierta independencia.
• Enséñale a cruzar las calles de una en una y a no atravesar varias a la vez. Puede ser peligroso.
• Evita que pase entre los vehículos estacionados en una vía porque en esos puntos la visibilidad puede ser reducida para los peatones y los conductores, especialmente si hablamos de los más pequeños, ya que su campo de visión sólo abarca 120º y no los 180º habituales de los adultos.
• Camina por el lado interno de la acera, lo más alejado posible de los bordillos y enséñale a prestar atención a las entradas y salidas de los garajes.
Recuerda que tu hijo imitará todas tus actitudes. Si tú velas por tu seguridad vial y la suya, él hará exactamente lo mismo. Ya solo nos queda desearte una ¡feliz vuelta al cole!
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