El mareo es una sensación muy desagradable que en ocasiones surge cuando nos desplazamos en coche. Se suelen producir por las aceleraciones y deceleraciones del vehículo, así como con los cambios y giros continuados. Este problema, que surge únicamente cuando estamos en un vehículo en movimiento, se llama cinetosis. ¿Quieres saber como evitar que tus hijos se mareen en el coche? ¡Sigue leyendo!
Evitar ingerir alimentos antes del viaje
La Asociación Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVI) recomienda no dar de comer a los niños en trayectos medianamente cortos para evitar los vómitos, aunque sí recomiendan que coman algo ligero y de fácil digestión si el trayecto es largo, siempre evitando los fritos y las comidas grasas. En el caso de que en un viaje largo viajen con la tripa vacía, podríamos conseguir el efecto contrario cuando a nuestro peque le empezara a entrar hambre y hacer que se maree.
No leer o mirar libros/móvil
Dirigir la mirada a un punto fijo en el interior del vehículo no ayuda para evitar los mareos en los niños, por lo que, si tu peque se marea, tendrás que evitar que fije la mirada en un móvil o en un libro. Situarlo en el asiento central posterior del vehículo ayudará a que el peque pueda mirar hacia delante y al exterior, para así evitar la sensación de mareo.
El sueño, su mejor aliado
Es la medida más efectiva de todas, ya que, si el peque está durmiendo, la sensación de mareo será mucho más difícil que aparezca. Aunque si le cuesta dormir, puedes echarle un ojo a este otro post, donde te contamos algunos trucos para conseguir que se duerman en el coche con música relajante.
Evitar humos y olores molestos
Una buena ventilación del vehículo es muy importante para evitar mareos. Huelga decir que fumar en el coche es peligroso, además de no estar aconsejado en ningún caso, pero más aún si vas con tus hijos. Los malos olores y los malos humos pueden dar pie a que aparezca y se enfatice esa sensación de mareo, por lo que una buena ventilación ayudará a evitar los mareos en los niños al viajar.
Respiración controlada
Si tu peque ya se ha mareado, controlar la respiración es una buena manera de apaciguar esa sensación tan desagradable. Consiste en aspirar por la nariz durante cuatro segundos, mantener el aire en el cuerpo durante otros cuatro segundos e ir expulsándolo por la boca poco a poco.
Si ves que los síntomas son muy fuertes y que los mareos no remiten con estas tips que te hemos comentado arriba, consulta al pediatra para que pueda darte una solución médica más profunda. Si te ha gustado este post, no dejes de leer los anterior del Blog de Bebé Seguro.
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