A pesar de las altas temperaturas con las que se ha iniciado este otoño, el pronóstico para los próximos días anuncia las primeras lluvias de la temporada. Muchas veces este mal tiempo hace que nos quedemos en casa, sobre todo cuando tenemos niños pequeños. Sin embargo, pasar los fines de semana sin pisar el parque o salir de paseo no debe suponer un día de aburrimiento y televisión. Hay multitud de actividades que podemos hacer en casa y que harán las delicias tanto de nuestros hijos como de nosotros mismos.
Una de las actividades más habituales para los días en que el tiempo no acompaña son los juegos de mesa. Desde el tradicional parchís, hasta juegos de mímica, pasando por adivinar la palabra elegida a través de un dibujo.
Para activar aún más su energía y creatividad también se pueden hacer talleres musicales. Poniendo sus canciones preferidas los niños pueden cantar y bailar al ritmo, imitando a sus cantantes preferidos o creando coreografías que luego podrán enseñar al resto de la familia.
Las manualidades son otra de las grandes aliadas en estos días otoñales. Pintar con acuarelas, hacer figuras con plastilina o jugar con recortables hará que los niños permanezcan entretenidos, potenciando a su vez su vena artística.
Para mantener la expectativa durante toda una tarde, la búsqueda del tesoro es otro de los grandes pasatiempos con los que contamos. Preparar pistas escondidas por la casa con pruebas o acertijos que tengan que resolver hará que se muestren expectantes ante el premio final.
Un rato en la cocina también puede convertirse en una gran diversión para toda la familia. Preparar platos fáciles y dejar a los niños que se encarguen de la merienda, por ejemplo, hará que al tiempo que se entretienen, aprendan a responsabilizarse y a hacer cosas por ellos mismos.
Otra idea es, cogiendo alguna sábana o tela vieja, crear una especie de tienda de campaña dentro de casa. Se pueden contar historias junto a un fuego ficticio, utilizar linternas como si se tratase de una acampada real, dormir en sacos… cualquier idea es válida para simular un día de campo.
Si proponemos a nuestros hijos algunos de estos juegos, seguramente los grises días otoñales se convertirán en divertidas jornadas en familia cargadas de risas y buenos recuerdos.
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